LOS ÁNGELES – La lesión de Julius Randle y la abultada derrota del martes dejaron a Los Angeles Lakers con un mal sabor de boca al abrir la temporada.
Sin embargo, el calendario no da respiro y el equipo ya se encuentra en Arizona listo para enfrentar su segundo reto de la campaña.
El rival de turno será Phoenix Suns, un conjunto al que ya han visto durante la pretemporada y al que estuvieron a punto de derrotar. Vale recordar que un par de tiros libres fallados por Wesley Johnson y una canasta agónica de Isaiah Thomas envió el juego a la prórroga en lo que parecía un triunfo seguro de los laguneros.
Esta ocasión tendrá otros ingredientes, ya que marcará el partido oficial número 230 entre ambos. Los Lakers llevan foja de 133-96, pero han caído en siete de sus últimas 10 apariciones en el US Airways Center.
El partido será interesante ya que vuelve a presentar un duelo de estilos. Los Suns son un conjunto de ofensiva potente con Jeff Hornacek al mando, y el trío formado por Thomas, Eric Bledsoe y Goran Dragic podría darle más de un dolor de cabeza a los dirigidos por Byron Scott.
Los Lakers deberán cuidar con más celo el perímetro, ya que además Phoenix tiene entre sus filas a Gerad Green y los hermanos Marcus y Markieff Morris.
Es por eso que los Lakers tendrán que establecer su defensa y hacerse fuertes en la zona pintada en ambos lados de la cancha. Carlos Boozer, Jordan Hill y Ed Davis son capaces de marcar la pauta defensivamente, y con ayuda de Kobe Bryant y Jeremy Lin deberían poder hacerle daño a una defensa local que no se caracteriza por sus dotes defensivos.
Por ahí pasará la clave – si los Lakers logran ponerle un freno al ritmo frenético de los Suns, y logran dominar desde los codos y el poste, allí podrían aguarle el debut en casa a los Suns.