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Nash y los Lakers buscan adaptarse a su nueva realidad

EL SEGUNDO – Las lesiones y el paso del tiempo se han ensañado en los últimos años con el físico de Steve Nash, pero el canadiense todavía no se baja de la pelea.

El armador sufrió esta semana una recaída, tras experimentar una serie de espasmos en su espalda. Esto empañó lo que había sido un campamento de entrenamientos alentador, y que tenía a todo el mundo, incluido a él y sus compañeros, ilusionados con verlo jugar baloncesto sin dolor en 2014-2015.

Sin embargo, Nash continúa luchando, y su objetivo pasa ahora por eliminar los síntomas. Su estrategia es curarse, y al mismo tiempo obligar a su espalda y los nervios de sus piernas al trajín de la competencia de alto rendimiento.

“Me gustaría jugar en algún partido de pretemporada para coger un poco de ritmo y continuar ese periodo de adaptación”, recalcó. “De eso se trata para mí. El cuerpo es un sistema adaptativo, y de lo que le pides, eventualmente se adapta. Le estoy pidiendo que se adapte a los rigores del juego y en algún momento mi cuerpo tendrá que soportarlo”.

Nash pasó el fin de semana haciéndose tratamiento, y en la previa del partido del domingo ante Utah Jazz se lo vio realizando su patentada y excéntrica rutina de tiro. Está claro que el canadiense no ve la hora de volver a ponerse la púrpura y dorado.

“Eventualmente tendré que jugar”, aclaró. “Para eso estoy acá. Definitivamente estoy armando un plan que me permita superar el campamento estando saludable, y al mismo tiempo empezar ese proceso de adaptación nuevamente. Tuve un gran verano, ese plan anduvo bien, tuve un gran comienzo del campamento, eso anduvo bien, y luego definitivamente me costó esta última semana. Definitivamente me mantendré optimista y veré qué puedo hacer esta semana para volver a la cancha”.

Nash avisó que partió este otoño desde una mejor forma física, y que los dolores recientes son menores a los que sufrió a principios de año. La reciente recaída lo mantuvo fuera de los últimos partidos, incluso del juego del jueves ante Utah. El armador tuvo la intensión de jugar, pero tras el calentamiento previo le avisó a Scott que no iba a estar disponible.

“Fue el [nervio] ciático”, explicó. “Fue un dolor bajando por mi pierna. Desafortunadamente estuve compensando, tratando de alejarme del costado izquierdo, y cuando haces eso creas temas más grandes. No sería sabio jugar en esta etapa hasta que tenga alivio en esa área”.

Todo esto ha complicado de gran forma los planes de Byron Scott, que lo planeó como el base titular en su equipo ideal.

“Creo que todos temíamos, pero no sabíamos cuándo iba a suceder, ya sea noviembre o marzo”, indicó el entrenador. “Éramos muy optimistas al comienzo del campamento porque se lo veía fantástico, en gran forma y moviéndose en la cancha sin problemas. Obviamente estamos todos decepcionados, pero nadie más decepcionado que Steve Nash”.

El entrenador, que también está lidiando con las lesiones de Nick Young, Jordan Clarkson, Jeremy Lin y Xavier Henry, reconoció que debe enfocar sus esfuerzos en aquellos jugadores que están listos para saltar al parquet. Al tratarse de un cuerpo técnico nuevo, el reto de instalar la ofensiva Princeton e ideales defensivos distintos a los de Mike D’Antoni es ya de por sí complicado, pero con todas las bajas está dejando a Scott en un lugar precario.

“Desde mi perspectiva como entrenador, yo tengo que seguir adelante con los muchachos que tengo”, confesó. “Esos son por los que me tengo que preocupar. Me preocupo en lo personal por Steve, y si me dicen que pueden jugar es un gran aliciente para nosotros, y ojalá pronto podamos tener la respuesta”.

Scott recalcó que, a pocos días del comienzo de la temporada regular, su mayor problema es establecer quiénes serán los que saltarán a la cancha, y cuáles serán las combinaciones.

“Lo que tengo que empezar a pensar es una rotación titular y una rotación desde la banca”, dijo. “Con la incertidumbre de no saber si Steve va a jugar, eso nos pone a todos en una suerte de dilema. Tengo un poco menos de dos semanas para pensar cómo voy a hacer las cosas. Eso me da tiempo para ver la situación de Steve también”.

Por lo pronto, y hasta que no llegue un pronóstico más alentador, el quinteto inicial estaría formado por Lin, Kobe Bryant, Wesley Johnson, Carlos Boozer y Jordan Hill. Los suplentes, debido a una mezcla de lesiones y rendimientos, todavía están en duda. Ronnie Price amenaza con ganarse un lugar, y tanto Ed Davis como Robert Sacre han lucido bien en la pretemporada. Julius Randle, a sus 19 años, todavía alterna flashes de grandeza con momentos de confusión.

Todo esto crea una serie de interrogantes que, de una forma u otra, los Lakers deberán resolver a la brevedad.

La noche inaugural y Los Houston Rockets, después de todo, están a la vuelta de la esquina.