EL SEGUNDO – Los primeros 24 minutos del juego del domingo ante Utah Jazz parecían la continuación de lo que venía siendo una pretemporada preocupante.
Sin embargo, la luz se encendió para Los Angeles Lakers luego del entretiempo, y el equipo dio una muestra del potencial que tiene cuando se combina el esfuerzo con la ejecución defensiva.
Los dirigidos por Byron Scott tardaron solo 5:29 en erradicar un déficit de 16 puntos, y lograron mantener el nivel incluso con un plantel corto y diezmado por las lesiones.
Las ausencias de Jeremy Lin, Steve Nash, Xavier Henry, Nick Young, Ryan Kelly y Jordan Clarkson obligaron a Scott a acortar la rotación, y a darle minutos extendidos a algunos jugadores que están intentando ganarse un lugar.
Fue así que Ronnie Price (10 asistencias y cuatro robos en 38 minutos) y Wayne Ellington (nueve puntos y dos rebotes) apuntalaron a los baluartes de la institución e hicieron posible la levantada.
Scott se mostró satisfecho, particularmente porque los Lakers lograron el triunfo a base de defensa.
“Creo que en la segunda mitad fuimos más agresivos”, aseguró. “Queríamos ser más agresivos en la parte defensiva y apegarnos a nuestros principios. Eso es lo que hicimos”.
El estratega señaló que la diferencia pasó por la ejecución. Los Lakers en total consiguieron 17 robos (seis de Carlos Boozer) y generaron 29 pérdidas que se tradujeron en 34 valiosísimas unidades.
“Estuvieron más [coordinados] y se cubrieron entre ellos”, apuntó. “La primera mitad fue mala, permitimos 32 puntos en la pintura y nos entraban a placer, pero en la segunda mitad eso lo cortamos en la mitad. Hicimos un mejor trabajo de congestionar la pintura y salir a buscar a los tiradores”.
Boozer, en su mejor partido vistiendo la púrpura y dorado, finalizó además con 19 puntos y nueve rebotes.
“Mejoramos”, resumió el ex jugador de los Chicago Bulls. “La intensidad se elevó, conseguimos muchos desvíos y jugamos más duro”.
Bryant resaltó la estrategia defensiva.
“Tenemos que realmente atacar defensivamente, algo que es un estilo diferente al que estamos acostumbrados”, indicó. “Es un estilo divertido, solo tenemos que ser más agresivos, saltar en la líneas de pase y tomar más riesgos”.
Para Wesley Johnson, la clave estuvo en la confianza.
“No fue una estrategia o una técnica”, avisó. “Fue todos cubriéndose entre todos. Todos sabemos que tenemos que ser un equipo duro defensivamente, tirándonos al suelo por bolas sueltas y haciendo todas las cosas pequeñas para conseguir victorias”.
Scott resaltó que el triunfo en sí no es tan importante, pero que lo crucial será poder mostrarles a sus pupilos los videos de las jugadas bien ejecutadas. Con esto, el entrenador espera convencerlos de que sus principios defensivos los llevarán lejos.
“El hecho que hayamos mejorado tanto en la segunda mitad es suficientemente alentador”, aseguró. “Podremos mostrarlo en video, y mostrarles que esto funciona cuando lo haces de la manera correcta. En la primera mitad estábamos un paso atrás y en la segunda mitad estuvimos casi un paso adelante”.
El triunfo fue alentador en todo sentido. Los Lakers, que generaron todo tipo de dudas en la primera mitad, hicieron vibrar a STAPLES Center en el complemento y darles a sus fanáticos algunas razones para creer en Scott y este grupo.
Ni hablar de la actuación de Bryant, que a pesar de tener una noche errática desde el campo (7-22), terminó con 26 puntos, cinco asistencias y cuatro rebotes. El escolta además vio 32 minutos en cancha y se lo vio en buen estado físico, sin dudas una buena noticia teniendo en cuenta la falta de jugadores saludables en su posición en el plantel.
“Creo que estuvo bien”, dijo Scott. “Después de cada partido se está poniendo más fuerte, y sintiéndose más cómodo y confiado. Ojalá que en la próxima semana y media esté cerca de donde queremos que esté”.
Los Lakers ahora se medirán a los Phoenix Suns el próximo martes en el Honda Center de la ciudad de Anaheim. El juego comenzará a las 7:00 p.m. (PT).