Por Miguel Ángel Martín, Columnista de Sixers.com
De haber ganado en Chicago ante los Bulls, los Sixers habrían logrado la victoria número 42 y se habría empatado en la tercera plaza del Este con Indiana, al tiempo que nos hubiéramos separado un poco más de Boston, que ahora son quintos del Este.
Pero se perdió una gran oportunidad de lograr todo eso, al caer 108-107 ante los Bulls en Chicago, gracias a una bandeja de Zach LaVine, que volvió tener una actuación estelar (39 puntos, con 14/26 en tiros) a falta de 1,6 segundos, para el final.
El partido fue igualado prácticamente todo el encuentro, por lo que todo hacía pensar en un final de infarto. Pero en el inicio del último cuarto, los Sixers aceleraron e iniciaron el camino hacia una victoria más cómoda, que el salir a jugársela en el último segundo. De hecho, a falta de menos de seis minutos para el final, los Sixers dominaban el encuentro por diez puntos (88-98).
Pero esa ilusión fue un espejismo y los Bulls regresaron al encuentro para luchar hasta el final, y lograron llegar al último mnuto de partido con opciones reales de victoria y el triunfo terminaría decidiéndose en un cara o cruz en el último segundo del partido.
El final del partido se decidió con una bandeja de Zach LaVine, que daba la victoria a Chicago, en un final muy poco ortodoxo, al ser revisada por los árbitros la última jugada del partido, mientras que los jugadores de ambos equipos se dirigían a los vestuarios para ducharse. Sólo algunos se quedaron porque era una revisión oficial por parte de los árbitros, legítima, y terminó decidiéndose que se debían repetir las últimas cinco décimas de segundo.
Nada cambió y la derrota escuece un poco, teniendo en cuenta que Joel Embiid tampoco estará en Houston y los Pacers y los Celtics luchan muy intensamente con los Sixers, por la ansiada tercera plaza del Este.
Jimmy Butler quiso demostrar su tremenda calidad, en la que fue su casa y ante los Bulls logró terminar como el máximo anotador de los Sixers, con un total de 22 puntos y un 8-18 en tiros de campo y 6-7 en tiros libres, además de sumar 3 rebotes y 4 asistencias, más 3 robos de balón.
Ben Simmons estuvo de nuevo cerca de alcanzar el triple-doble, pero terminó solo con 7 asistencias, por lo que no pudo redondear su actuación, adornada con 11 rebotes y 18 puntos, con un 7-14 en tiros de campo
J.J. Redick acabó el encuentro con 15 puntos y un 5-11 en tiros de campo (2-8 en triples), además de 2 rebotes y 2 asistencias. Junto con Redick, el otro titular de los Sixers que se marchó de Chicago con dobles dígitos en anotación, fue Tobias Harris, anotando 13 puntos (5-13 en tiros de campo) y sumando 4 rebotes.
El único de los Sixers de banquillo, que también superó la barrera de la decena de puntos anotados, fue James Ennis III, que en 17 minutos de juego anotó 11 puntos (5-7 en tiros de campo) y sumó ni más ni menos que 7 rebotes.
El siguiente paso será en Houston ante los Rockets, en un partido que trae siempre recuerdos, entrelazados con Moses Malone.
Hasta pronto desde España.