Por Miguel Ángel Martín, Columnista de Sixers.com
El camino de los Sixers en esta pretemporada es más que firme. Es todo un indicativo de que este equipo quiere ilusionar y está ilusionando. Y quiere ganar y hay mimbres para lograrlo, por lo menos en lo visto en la pretemporada, la fanaticada de los Sixers se va divertir mucho en la 2019-2020.
Joel Embiid está sensacional, muy fuerte para el momento del año en el que estamos, y al mismo tiempo vemos que Ben Simmons está en un nivel que sería el idóneo para dar el gran salto esta temporada hacia el megaestrellato (lo que acercaría a los Sixers a su gran objetivo del anillo) y la química que se está generando es la adecuada para afrontar ese reto.
De momento todo son parabienes y alabanzas, pero lo cierto es que tan solo llevamos cuatro juegos de exhibición y queda muchísimo camino por recorrer, para comprobar si este año será el año en que acabe la sequía que azota a la organización desde 1983.
Pero no tenemos una bola de cristal para saber lo que nos deparará el próximo mes de junio. Lo que si debemos de hacer es analizar el momento presente y ver si los cimientos de este ambicioso proyecto son sólidos y si parece que lo sean y que podrán aguantar el peso de la responsabilidad que se le viene encima.
Por lo pronto se ha cosechado la cuarta victoria de la pretemporada, con un triunfo en casa, ante los Pistons de Detroit, por 106-86, en un juego que estuvo más igualado de lo que pudiera parecer si se mira solo el resultado final.
Y es que al descanso, el resultado era favorable a los Sixers por tan solo 4 puntos de diferencia (51-47), pero en el tercer periodo la distancia se extendió a los diez puntos y con diez puntos más de renta en el último periodo, la distancia se quedó en la veintena de puntos que separaron a ambos equipos al final del choque.
Todo ello en un choque en el que no tomaron parte ni Ben Simmons, ni tampoco el dominicano Al Horford. Razón de más para sentirse contento por la actuación del equipo, sobre todo si vemos como Matisse Thybulle, Zhaire Smith y Norvel Pelle se van adaptando a este equipo.
El máximo anotador del equipo fue un increíble Joel Embiid, que en tan solo 22 minutos en pista y con un 8-18 en tiros de campo y 8-8 en tiros libres, acabó con 24 puntos, además de capturar 5 rebotes y repartir 3 asistencias, a lo que sumó un tapon.
El resto de los titulares de los Sixers alcanzaron la decena de puntos (con 10 puntos para Tobas Harris y Furkan Korkmaz, y 11 puntos para Josh Richardson). El único de los titulares que se quedó a las puertas de los dobles dígitos, fue Thybulle. Aunque se actuación fue buena, con 7 puntos anotados (2-5 en tiros de campo), junto con 6 rebotes y 4 robos de balón.
Igualmente fue destacable la actuación de Zhaire Smith, que terminó con 7 puntos (3-4 en tiros de campo) y 3 rebotes en los 12 minutos que estuvo en pista. Aunque no fue el más destacado de los jugadores del banquillo de los Sixers.
Ese protagonismo se lo llevó Pelle, que en tan solo 12 minutos en pista logró un 6-7 en tiros de campo, para terminar con 13 puntos anotados y colocando ni más ni menos que cinco tapones, propiciando que el final del partido para los Sixers resultase apoteósico (no hay nada más que ver la reacción de sus compañeros a cada tapón que colocaba en el partido).
Así pues, la temporada regular está cada vez más cerca y los Sixers ya le quedan pocas citas más para demostrar en esta pretemporada, que son uno de los equipos a tener muy en cuenta este año. El viernes el toca el turno a los Wizards de Wasington.
Hasta pronto desde España. @Sixers_Espanol