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Zubac muestra sus mejoras y potencial como titular

NOTA ORIGINAL DE MIKE TRUDELL

Cuando se habla del núcleo joven de los Lakers, siempre son cuatro los nombres que se mencionan: Brandon Ingram, Lonzo Ball, Kyle Kuzma and Josh Hart.

Sin embargo, si han visto jugar a los Lakers en los últimos partidos, habrán notado a una mole de 7’1 de estatura con manos hábiles y pies rápidos patrullando la pintura en ambos lados de la cancha.

Ivica Zubac fue elegido con la selección No. 32 en 2016, 30 lugares después de Ingram. Al igual que Ingram y Ball, él solo tiene 21 años. Como novato, Zubac tuvo algunos buenos momentos, incluyendo una actuación de 25 puntos y 11 rebotes en marzo ante Denver. Su segunda campaña fue menos notable, y él encaró el verano de 2018 convencido de mejorar su cuerpo, y por ende, su juego.

Tras trabajar duro con Gunnar Peterson, el preparador físico de los Lakers, y luego jugar en buen nivel con la Selección de Croacia en las eliminatorias para la Copa Mundial FIBA este verano – partidos que el gerente general Rob Pelinka se aseguró se seguir de cerca – Zubac estaba listo para una temporada de consolidación.

Pero luego, en el viaje de regreso de Croacia a Los Ángeles, Zubac se enfermó bastante a tres días del campamento de entrenamientos, algo que lo dejó rezagado. Luke Walton lo utilizó solo siete minutos en octubre, y 40 minutos en noviembre, con veteranos como JaVale McGee y Tyson Chandler jugando bien y dividiéndose los minutos en el puesto de pivot. Sin embargo, cuando McGee se enfermó recientemente, Walton le dio la titularidad a Zubac, y en un periodo de tres juegos, la apuesta dio resultados.

Contra New Orleans, Memphis y Golden State, Zubac promedió 17.7 puntos, disparando 25/32 (78.1 por ciento), además de 8.3 rebotes y 2.7 tapones en 32 minutes por partido. Él luego jugó solo 20 minutos en la derrota del jueves en Sacramento, y 19 en el revés del viernes ante L.A. Clippers, sufriendo ante otro tipo de emparejamientos.

“Él ha sido realmente bueno para nosotros”, dijo Walton tras el duelo del jueves. “Vamos a necesitar que lo siga siendo para nosotros. Ha hecho un gran trabajo de estar listo, trabajando realmente duro y sacando provecho de la oportunidad cuando esta le llegó. Él es muy joven, tiene mucho camino por recorrer, pero su cuerpo está empezando a cambiar del de un joven al de un hombre adulto, y cómo están las cosas en esta liga, especialmente para los internos, la velocidad del juego y cómo se juega hoy, eso a veces toma un poco más de tiempo. Pero para solo tener 21 años, él ha tenido un muy buen progreso”.

Nos sentamos con Zubac para hablar de su régimen veraniego, la enfermedad en la pretemporada, su buen lapso como titular, y la importancia de tener veteranos para su progreso. Esta es una transcripción de esa charla:

MT: ¿Sumaste algo a tu rutina el verano pasado tras una segunda temporada que no fue como la esperabas?
Zubac: Trabajé más fuerte, especialmente en la sala de pesas con Gunnar, hice mi trabajo de acondicionamiento y explosividad y movimiento lateral, y esas cosas. El primer verano, trabajé mucho en levantar pesas, y el segundo verano me enfoqué en correr, saltar, moverme y todo. Creo que eso hizo la diferencia.

MT: Cuándo no estuviste en la sede de los Lakers este verano, te fuiste a Europa para jugar con tu selección; ¿Cómo pensas que te fue?
Zubac: Realmente bien. Estaba en el quinteto titular, y ganamos dos y perdimos dos, pero jugué realmente bien.

MT: ¿Fuiste un mejor jugador, o un jugador diferente, tras el verano?
Zubac: No diría diferente. Solo siento que todo lo que hacía antes, ahora lo puedo hacer mejor. Rob (Pelinka) y Magic miraban mis partidos, y Rob me llamaba tras los partidos diciéndome que lucía mejor, y más atlético. A lo largo de todo el verano, los entrenadores y la gerencia me decían que lucía fantástico, cuando jugábamos partiditos. Pero cuando regresé tras jugar con mi Selección la segunda vez, me enfermé antes del campamento, y eso cambió todo.

MT: Cuéntanos más de eso.
Zubac: Estaba en el avión de Croacia a L.A. – 14 horas – y dormí la mayoría del vuelo, pero cuando estábamos por aterrizar, empecé a sentir frío y que me estaba enfermando. Llegué tres días antes del campamento, y tuve una fiebre durante cuatro o cinco días que no bajaba. Mi garganta estaba mal, estaba tosiendo muy fuerte, despertándome a mitad de la noche, y no paraba. Pude controlar la fiebre para el primer día del campamento, pero mi energía era terrible. No podía hacer nada. No sé cómo superé los primeros días. No pude mostrar nada de lo que trabajé en el verano, y por eso es que pienso que no estuve en la rotación desde el Día 1.

MT: ¿Cuánto te tomó volver a estar donde estabas antes de enfermarte?
Zubac: Me tomó tres o cuatro semanas. Empecé a andar mejor en las prácticas, y en algunas podía dominar, y ahí es cuando me dije, ‘OK, así es como me sentí todo el verano’.

MT: Y allí fue cuando llegó Tyson Chandler, ¿no?
Zubac: Ahí fue cuando J3 (Johnathan Williams) estaba jugando los minutos de pivot suplente, y justo antes que llegara Chandler. Pude jugar el partido ante Portland*, y ganamos y anduve bastante bien. Tras ese partido, trajimos a Chandler y pasé de vuelta a la banca. Pero ahí fue cuando me empecé a sentir bien.
*Zubac jugó 20 minutos, y disparó 4/5 para nueve puntos y ocho rebotes en la victoria por 114-110.

MT: Has dicho muchas veces que Chandler y McGee han sido realmente buenos veteranos contigo…
Zubac: Claro que si. JaVale, al comienzo de la temporada cuando no jugaba y no nos iba bien, me dijo, ‘sé que no estás feliz estando en la banca, pero debes trabajar, debes mantenerte listo porque te vamos a necesitar’. JaVale estuvo siempre sobre mi, e incluso cuando su forma física no era tan buena al comienzo de la temporada, me llamaba y me decía, ‘corramos juntos tras la práctica’. Hicimos muchas cosas de acondicionamiento con Gunnar, y cuando Tyson llegó, y tenemos el mismo agente*, y él me dijo, ‘Tyson es un tipo increíble, te va a ayudar mucho’. Desde el primer día, Tyson se ha sentado al lado mío en el avión, y después de cada juego, jugara o no, hablábamos del partido, y repasábamos todo lo que había pasado. Pensamos de forma similar, y algunas cosas que antes no veía, ahora las veo. Cuando no lo veo, él me lo explica, y ahora veo diferentes cosas que antes no.
*Jeff Schwartz

MT: ¿Cuál es un ejemplo de eso?
Zubac: Ángulos al poner cortinas. Siempre pensé que solo debes golpear a alguien, pero me explicó de los ángulos, y eso ayuda. Luego muchas cosas en defensa. El posicionamiento de los guardias en las cortinas, o dónde debería estar en los pick and roll. A quién debo ayudar, y cosas así.

MT: ¿Se ha renovado tu confianza con tus partidos recientes como titular?
Zubac: Me siento realmente confiado ahora mismo. Especialmente porque tuve esos juegos antes, pero nunca fui consistente. Era un buen juego, y luego algunos malos. Así que tras el primer juego (ante New Orleans), me dije, ‘debo olvidarme de ese’. Debo enfocarme en el siguiente. Mi única meta es ser consistente para ayudar al equipo, y esa es la única forma. La gente se va a olvidar de ese partidos dos días después. Si juego mal al siguiente partido, a nadie le va a importar lo que hice. Tengo que ser consistente. Sé que con jugadores como (Rajon) Rondo y LeBron (James), tengo que ir para arriba cada vez. En eso trabajé mucho con Mad Dog (el entrenador asistente Mark Madsen) este verano, en plantarme en las volcadas, y cómo debo ir alrededor de los defensores cuando la vuelco. Eso realmente me ayudó, y esa fue mi mentalidad en mi primer juego como titular esta temporada. Sabía que tenía que ir fuerte, porque el año pasado tiraba flotadores o ganchos, y no tuve mucho éxito, así que (llegar al aro) iba a ayudar a mi juego.

MT: Eso es un buen punto; el año pasado, a menudo te encontrabas en tierra de nadie, allí donde no estabas lo suficientemente cerca como para volcarla. ¿Qué has cambiado para llegar más consistentemente al aro?
Zubac: Soy mucho más atlético que el año anterior. Físicamente soy más fuerte. Más explosivo. Eso me ayuda con el contacto. Cuando salto y golpeo a alguien, yo soy el que golpea, no el tipo al que golpean. Así que eso ayuda mucho cuando estás definiendo, y con la confianza. Pero no es que esté haciendo algo más, he trabajado en mi juego de pies con Mad Dog, así que cuando recibo la bola en el pick and roll, ¿cuál es el primer paso? ¿Cómo debo plantarlo?

MT: Tu eres alguien que siempre levanta las rodillas cuando la vuelca, algo que recuerdo que hacía Shaq. Quizás al verte volcarla más seguido es algo que resalte…
Zubac: Si, he estado haciendo eso durante mucho tiempo. Conocía a un par de internos en Croacia que la volcaban, pero dejaban colgando las piernas, y eso no me parecía interesante. Soy un tipo alto. Si la vuelco así, no se ve interesante porque mis piernas están a un par de pulgadas del piso. Cuando levanto las rodillas luce más atractivo, y Shaq lo hacía, así que eso es extra.

MT: Algunos jóvenes internos de área de Europa como Nikola Jokic y Jusuf Nurkic han estado siendo elogiados últimamente, y con razón. ¿Hay alguna parte de ti que piense, ‘No se olviden de mi’?
Zubac: Se lo merecen, y para ser honesto, no hice mucho esta temporada como para estar en esa misma conversación. Pese a que sé lo que puedo ser, no hice nada para estar allí. Los defendí cuando era más joven y sé que puedo jugar contra ellos… y me fue bien contra todos ellos. Es cuestión de oportunidad. Sé que si estoy jugando, voy a estar en esa conversación. Y si no lo estoy y ellos si, es justo que ellos estén en esa conversación y yo no. Sé desde mi primer año en el que tuve un poco de éxito, y realmente no en el segundo, que muchos se resignaron conmigo. Pero siempre supe lo que puedo hacer, y nadie ve lo que pasa en las prácticas, y siempre fui realmente bueno en las prácticas. Y si lo puedo hacer en las prácticas, cuando tenga la chance en un partido lo voy a hacer de vuelta. Sé que puedo ser consistente y hacerlo en el día a día.