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Jóvenes Lakers se quedaron a un paso en derrota ante Kings

EL SEGUNDO – Tanto remar para morir en la orilla.

Utilizando la que fue la sexta alineación más joven de la historia de la franquicia, a los Lakers se le escapó sobre el sonar de la bocina una victoria que habían edificado de forma magistral a lo largo de casi toda la noche.

Fue así que en la fría noche de Sacramento – con LeBron James y Rajon Rondo mirando por televisión en Los Ángeles y JaVale McGee animando desde la banca en ropa de civil – los laguneros se quedaron en la puerta del que hubiera sido un triunfo con valor agregado.

El triple agónico del serbio Bogdan Bogdanovic fue el punto de exclamación de un derrumbe que duró exactamente 7:16. En ese lapso, los Kings remontaron un déficit de 15 puntos en un final dramático en el que los Lakers literalmente se quedaron con nafta.

Si no pregúntenle a Lonzo Ball, quien debió perderse los últimos 1:42 por problemas de calambres en su gemelo izquierdo. Sí, el mismo Ball quien fuera amo y señor de los Lakers el jueves en el Golden 1 Center de la capital californiana.

El base se quedó a un tablero de un nuevo triple-doble, cerrando la noche con 20 puntos, 12 asistencias y nueve rebotes en 37 minutos de alto voltaje.

Ball acertó de cerca y lejos (4/6 en triples), agregó dos robos y una tapa, y le complicó la existencia a De’Aaron Fox (6/20 de cancha), la figura de los locales.

Su ausencia se notó al final al tratarse de un equipo extenuado. Luke Walton volvió a mantener una rotación corta ante las bajas (Alex Caruso y Svi Mykhailiuk apenas vieron cancha), y la realidad marca que sus pupilos se apagaron con el correr del periodo final.

Esa merma se vio principalmente en Kyle Kuzma y Brandon Ingram, dos jugadores que venían mostrándose en estado de gracia.

El ex Utah cerró la noche con 33 puntos en 12/24 de cancha, dándolo todo en 40 minutos de acción. Su ficha refleja también nueve rebotes y cuatro asistencias, pero también seis pérdidas – dos de ellas en el cuarto periodo.

Ingram, por su parte, tuvo la chance de asegurar un tiempo suplementario, pero falló uno de sus tiros libres a 4.6 segundos del final, dejando vivos a los Kings.

El alero tuvo 22 puntos en 37 minutos, disparando 8/19 de cancha.

Sin embargo, el partido se empezó a perder antes. Los Lakers tuvieron cuatro pérdidas en un lapso de menos de dos minutos, y allí los Kings bajaron un déficit de 15 a cinco. Un poco más tarde, los Lakers concedieron un rebote ofensivo fatal, y Kuzma envió a la línea a Justin Jackson a tirar tres tiros libres.

La redención pareció llegar en los instantes finales en una secuencia rocambolesca en la que Josh Hart bloqueó a Bogdanovic, con Kuzma finalmente capturando el rebote y pasándole la pelota a Ingram. Este recibió la falta, anotó 1/2 en la línea, y el resto fue historia.

Con la derrota, los Lakers tienen marca de 20-15, y ahora recibirán a los L.A. Clippers el viernes por la noche.