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Julius Randle y su evolución en la línea de tiros libres

EL SEGUNDO – Es imposible menospreciar la importancia de los tiros libres en el estilo de juego de Lakers.

Un equipo que juega cómodamente al ritmo más alto de la NBA (103.2 posesiones por partido) y que no se caracteriza por su puntería desde el perímetro necesita cierto nivel de precisión en la línea de los suspiros.

Eso resulta aún más importante al ver que los laguneros también lideran la liga en puntos en la pintura (53.1), según NBA.com/Stats.

Sin embargo, los Lakers no han podido sacar provecho máximo de eso. Pese a disparar la octava mayor cantidad de tiros libres (23.3), los pupilos de Luke Walton tienen el peor promedio de la NBA (68.6 por ciento) – siendo además el único equipo disparando por debajo de 70 por ciento.

Esta tendencia se ha profundizado a lo largo de la temporada, aunque recientemente el equipo ha logrado sacar adelante partidos con producciones muy bajas en la línea, como el 2/14 que se disparó ante Indiana el viernes pasado. Sin Lonzo Ball, con poco margen de error y comenzando una nueva gira de carretera, algo cambió.

Los Lakers dispararon 21/28 el viernes en Chicago, mostrando señales y haciendo cosas dignas de un equipo que va aprendiendo a ganar.

“La idea hoy era (tener una) ‘mentalidad de carretera’”, dijo Walton. “Ese fue el tema todo el día. Eso significa no perder la bola y meter tiros libres cuando cuentan. Por eso, 75 por ciento para nosotros está bien, pero los metimos sobre el final, que fue importantísimo para nuestros muchachos”.

Los Lakers encestaron 10 de sus últimos 11 para cerrar un partido que se había vuelto adverso, y aunque Brandon Ingram fue vital en toda la cancha, los Lakers disfrutaron de una versión mucho más madura de Julius Randle.

A falta de 2:03, el producto de Kentucky atacó el canasto, concretó el doble y recibió la falta para darle a los Lakers la ventaja que a la postre sería definitiva.

Lo más importante es lo que sucedió después. Randle recibió la falta y fue a la línea, encestando sin problemas el tiro libre y extendiendo la ventaja de los Lakers.

Como dijo Walton, el ala-pivot se agrandó en el momento justo y ayudó al equipo a sentenciar su cuarta victoria consecutiva.

Lo interesante del caso es que Randle, pese a que esta temporada tiene sus peores registros en la línea (68.7 por ciento), ha mejorado considerablemente desde que el calendario cambió a 2018.

Desde el 1 de enero, el oriundo de Dallas dispara 81.5 por ciento en 4.2 intentos por noche – la marca más alta del plantel en ese lapso, incluso por delante de los registros de Jordan Clarkson y Brook Lopez, los mejores del equipo en ese rubro.

Randle ha brillado en un rol mayor, sobre todo desde que Walton lo instaló en el quinteto inicial. En 15 partidos como titular, el ala-pivot promedia 16.0 puntos, 9.2 rebotes, 2.7 asistencias y 0.7 robos, disparando 54.9 por ciento de cancha (76.6 en la línea).

Los tiros libres son el siguiente paso de su evolución, dada la cantidad de dobles marcajes que atrae y el contacto que recibe. Si los partidos recientes son un indicio, el proceso va viento en popa.