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Primera victoria de 2017 para Minnesota

Por Miguel Ángel Martín

Columnista de Timberwolves.com

Los Timberwolves no habían ganado en lo que llevamos de año. La última vez que lo habían logrado fue frente a los Bucks en el último partido de 2016. Luego llegaron 4 derrotas consecutivas ante los Blazers, los 76ers, los Wizards y los Jazz. Pero el Target Center por fin ha podido disfrutar de la primera victoria de 2017 y han sido los Mavericks (otro equipo que está en los últimos puestos de la conferencia Oeste), quien ha sido la víctima de Minnesota.

Un triunfo muy importante (101-92), porque corta la mala racha del equipo en este comienzo de año y porque deja al octavo puesto no demasiado lejos de los Lobos. Tan solo 3 victorias y media separan a Minnesota de la postemporada y eso deja abierta una puerta a esperanza (Minnesota tiene un balance de 12-26, mientras que Portland tiene un balance de 16-23).

El triunfo de los Lobos se cimentó gracias a un gran trabajo en el comienzo de partido, que dejó bien claro quién necesita más victoria y quien no iba a consentir que se le escapase. Minnesota infringió un parcial de 33-19 a los Mavs en el primer cuarto, que se convirtió en un 44-23 ya en el segundo parcial del partido.

Pero no todo fue un camino de rosas en el partido. Los Mavericks apretaron los dientes y lograron acercarse en el marcador, dejando el marcador en un ajustado 81-77, antes de que los Lobos diesen el impulso final y dejasen sentenciado el encuentro con otro parcial de 8-0, que no dejaba demasiadas esperanzas de triunfo a Dallas.

Karl-Anthony Towns fue el líder anotador de los Lobos con un partido sensacional que le convirtió en el auténtico bastión de juego ofensivo del equipo y sobre el que pivotó la victoria de Minnesota.

Terminó el partido con un sensacional doble-doble, gracias a los 34 puntos que anotó, con un sensacional promedio anotador de 15/19 en tiros de campo y 2/3 en triples. Un altísimo porcentaje de acierto, al que acompañó otro recital reboteador (11 rebotes en total), que le permitió llegar al doble-doble.

Otro que terminó con un doble-doble en su haber fue Ricky Rubio. El base español de los Lobos terminaría el partido con una buena marca anotador. Un total de 13 puntos (9 de ellos en el último cuarto), gracias a un 3/9 en tiros de campo.

Pero donde más estuvo acertado Rubio fue a la hora de dirigir al equipo y de repartir juego a sus compañeros. Hasta 15 asistencias repartió el base de los Lobos, lo que supone su mejor marca personal de la temporada. A estos números le sumó 5 rebotes y hasta 5 robos de balón, lo que supone algo sensacional, ya que es la primera vez desde marzo del año pasado que un jugador de la NBA logra terminar un partido con al menos 15 asistencias y con al menos 5 robos de balón (lo logró Chris Paul la temporada pasada con un 16+5).

Otros tres jugadores de los Lobos terminaron el partido con dobles dígitos en anotación. Andrew Wiggins terminó el partido con 13 puntos (5/11 en tiros de campo), Gorgui Dineg terminó con 12 puntos (5/8 en tiros de campo) y Shabazz Muhammad acabó el partido con 11 puntos, gracias a un 5/9 en tiros de campo.

Zach LaVine, que estuvo en pista algo más de 28 minutos, tan solo pudo lograr 5 puntos (2/7 en tiros de campo), antes de abandonar el partido, por culpa de una conmoción.

Ahora Houston y Oklahoma City rendirán visita a los Lobos en el Target Center. La esperanza está puesta en iniciar una buena racha de resultados que ayude al equipo a crecer de verdad en que es posible acceder a los playoffs, a pesar de contar ahora con un balance de 12-26.

Hasta pronto desde España.