Por Miguel Ángel Martín
Columnista de Timberwolves.com
El juego exterior de los Lobos será determinante en el futuro del equipo, esta temporada. Con Karl-Anthony Towns dominando el juego interior, y siendo uno de los mejores jugadores de la liga en su puesto, se hace muy importante que el juego exterior sea lo suficiente bueno (a la altura de lo que Towns ofrece al equipo), para que haya más opciones y espacios en las acciones ofensivas del equipo.
Ya hemos comentado que Wiggins liderará a los aleros de los Lobos, en la próxima temporada. Una temporada importante para el alero canadiense, que quiere reivindicarse como uno de los jóvenes talentos de la NBA, que mayor proyección tiene y que puede brindar a Minnesota, lo que se necesita para estar en playoffs.
Tras un gran año como novato, Wiggins cedió casi todos los focos de atención a Towns, en la pasada campaña. Ahora quiere retomar de nuevo el protagonismo del equipo, compartiendo el liderato con el pivot de origen dominicano.
Mejoró mucho sus números la pasada campaña, respecto de la anterior y quiere que su progresión se mantenga en esta temporada que está a punto de comenzar. Si bien en su primer año en la mejor liga del mundo, atesoró una media de 16.9 puntos por partido, 2.1 asistencias de media y 4.6 rebotes por partido, en la pasada temporada acabó con una media de 20.7 puntos por partido, 2.0 asistencias de media, 3.6 rebotes por partido, mejorando su promedio de acierto en tiros de campo, que ha pasado del 43.7 por ciento al 45.9 por ciento.
Otro gran baluarte del equipo en el juego exterior, es sin duda Zach LaVine, que quiere más y más protagonismo dentro de un equipo, en el que su presencia es vital. Sin duda se ha convertido en uno de los grandes referentes del equipo y bien en la primera línea o en la segunda, su labor es esencial para que los Lobos estén entre los ocho mejores equipos del Oeste, al final de la temporada.
Si comparamos sus números, de su primera temporada en la NBA, respecto del año pasado, vemos que la media de minutos en pista ha pasado de 24.7 a 28 esta temporada, mientras que su aportación anotadora ha pasado de una media de 10.1 puntos por partido en la temporada de su debut en la NBA, a los 14 puntos de media de esta temporada.
Su promedio de acierto en tiros de campo también ha mejorado, de un 42.2 por ciento a un 45.2 por ciento de acierto. Y lo mismo se puede decir de los lanzamientos de tres puntos, donde ha logrado terminar la temporada con un promedio de acierto de 38.9 por ciento.
Si bien es cierto que hay que destacar un hecho importante en esta temporada. Con la llegada de Kris Dunn al equipo, a LaVine se le va a liberar bastante de la responsabilidad de organizar el juego de los Lobos, algo que compartía con Ricky Rubio. Ahora será Rubio y Dunn, quienes se hagan cargo de este asunto, junto con Tyus Jones.
Este importante factor le libera de esa responsabilidad y podremos ver a un LaVine más dedicado a las funciones de escolta o alero y por tanto a un LaVine más productivo en ataque, sin lugar a dudas.
Si a esto le sumamos su gran capacidad atlética y sus dotes para el juego espectáculo, él será uno de los jugadores a seguir, no solo dentro del vestuario de Minnesota, sino también en toda la liga.
Otro que afronta una temporada de consolidación será Nemanja Bjelica. El jugador serbio aterrizó en la NBA la pasada temporada con la estela de ser el vigente MVP de la Euroliga en 2015, y tras una temporada en la NBA, ve como su labor dentro de la segunda línea del equipo, se hace cada vez más importante.
En los casi 18 minutos de media, que dispuso en pista la pasada temporada, el alero serbio (que ganó la medalla de plata en el Mundial de Baloncesto que se disputó en España, en 2014), anotó una media de 5.1 puntos por partido y reboteó para una media de 3.5 por partido.
Son unos números que tendrá que lograr mejorar, ya que si el quinteto titular puede estar formado por Rubio, Dunn, Wiggins, LaVine y Towns, esa hipotética situación le dejaría como uno de los grandes responsables de la producción ofensiva, desde el banquillo… todo un líder de la segunda línea del equipo. Y la segunda línea se antoja como uno de los factores determinantes para lograr entrar o no en los playoffs, en la temporada que está por comenzar.
Otro de los jugadores que serán vitales en esa segunda línea será Shabazz Muhammad. Un jugador de contrastada calidad, que incluso luchará por tener más protagonismo que el ser uno de los jugadores determinantes de la segunda línea. Dependiendo de si Dunn y Rubio comparten o no muchos minutos, podríamos estar hablando de un jugador que estaría en disposición de dar al equipo buenas actuaciones como un jugador del quinteto titular.
Las lesiones han lastrado un poco su progresión, pero lo que está claro es que ha demostrado su tremenda valía y si su progresión en minutos y aportación ofensiva siguen subiendo, podría ser uno de los grandes jugadores de la plantilla de los Lobos. Nuestro gran sexto hombre.
Ya la pasada temporada, y con una media de 20 minutos por partido, terminó el año con una media anotadora de 10.5 puntos por partido y con 3.3 rebotes de media. Veremos si esta temporada tiene más minutos y los aprovecha al máximo, como es costumbre en él.
Capítulo aparte merece Kevin Garnett, a la espera de su regreso a las pistas un año más. Cuando se confirme su decisión de volver con los Lobos o de retirarse, dedicaremos tiempo a analizar su función dentro del equipo, para esta temporada y su legado dentro de la organización de Minnesota.
Hasta pronto desde España.