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Brandon Ingram, la luz al final del túnel

EL SEGUNDO – Brandon Ingram estuvo en la boca de todos en el día de las entrevistas de salida.

Algunos ante las repetidas preguntas, y otros aventurando comentarios, cada uno de sus compañeros destacó las pronunciadas mejoras del alero en el tramo final de la temporada.

El mismo Ingram reconoció ser un jugador diferente.

“Definitivamente mejoré a lo largo de la temporada”, avisó. “Tuve más confianza, especialmente en el mes de enero y después del Juego de Estrellas. Todo lo que tomó fue repeticiones. Hay que tomar cierta cantidad de tiros antes de sentirse cómodo en esta liga”.

El producto de Duke hizo mención a los distintos enfrentamientos ante los astros de la NBA – Kevin Durant, LeBron James, y Paul George entre otros – y dijo que en un comienzo les tenía ‘demasiado respeto’. Eso cambió, y los resultados quedaron a la vista.

“Su mentalidad”, señaló como mayor enseñanza. “Ellos te atacan cada vez que pueden”.

El oriundo de Kinston contó que el receso en febrero le permitió reflexionar y poner las cosas en contexto.

“Estaba viendo al futuro del baloncesto de los Lakers y cómo podía ser parte de él”, confesó.

Ingram también reconoció su timidez, pero apuntó que la confianza de sus compañeros y el cuerpo técnico en las últimas semanas le permitieron soltarse.

“Me hice más vocal en la cancha”, dijo. “Cuando la mentalidad y la concentración estás, a veces te sorprendes”.

Precisamente ahí, la evolución es notoria. Este Ingram tiene el pecho inflado.

“Quiero ser más fuerte física y mentalmente”, avisó, aunque sin precisar metas en cuanto a un aumento en masa muscular. “No creo que se necesite tanto peso para ajustarse a esta liga”.

Sus compañeros lo notaron.

“Lo de B.I. fue impresionante”, opinó Timofey Mozgov. “Tiene mucha más confianza, mucha más agresividad. Está mucho más estable. Me gusta”.

“B.I., desde el comienzo de la temporada cuando no estaba seguro de lo que hace, o lo que es su juego, al final de la temporada, atacando jugadores, y volcándola”, agregó Julius Randle. “Siendo agresivo. La diferencia que vi en él es que estaba seguro de lo que quería hacer. Y fue agresivo y no dudó”.

“Especialmente creo en lo lejos que llegó B.I. este año”, aportó Nick Young. “Le vengo diciendo desde el Juego de Estrellas, este es Tiny’s Town. Este no es el B.I. de noviembre, es el B.I. de marzo, volcándola sobre gente. Estaba un poquito nervioso al principio pero le dije que ya no”.

El apodo ‘Tiny Dawg’ parece haber llegado para quedarse, al igual que esta nueva versión asesina del adolescente.

Ingram además aseguró que se buscará la tutela de un tal Kobe Bryant este verano.

“Es algo que hablamos en la reunión”, contó. “Planeo entrenar con él y hablar con él. Ellos piensan que es alguien con el que debo hablar, sobre cómo debería sentirme al estar en esta organización a los 19, 20 años”.

Rob Pelinka, el antiguo representando de la Mamba Negra, facilitará el vínculo.

“Para un jugador joven como Brandon, conectarse con los jugadores en el nivel más alto, y que tienen una obsesión con la excelencia, es vital”, resumió.

Luke Walton explicó, más allá de las razones obvias, el motivo de que Ingram sea apadrinado por alguien del calibre de Bryant.

“Yo puedo entrenar a Brandon, pero Brandon es un mejor jugador de lo que yo fui”, se sinceró. “Hay ciertos jugadores que necesitan orientación de ciertos tipos de jugadores, y en mi opinión Brandon será uno de esos jugadores. Nosotros le apuntaremos los fundamentos, y la manera de jugar, y los ángulos que buscar, pero él puede aprender mucho de alguien como Kobe, que tiene cierto nivel de habilidad que es más alto que el mío o el de cualquiera en mi cuerpo técnico. Sería fantástico si se pudieran meter en un gimnasio juntos y Kobe pudiera mostrarle los ejercicios, y básicamente la cantidad de tiempo que él pasaba solo en…las cosas simples. Eso sería fantástico, y mentalmente, toda la presión y la responsabilidad que viene con ser una estrella en L.A. Brandon podría ganar mucho conocimiento de pasar tiempo con Kobe”.

Nada menos que el futuro de la franquicia está en juego, e Ingram avanza a paso firme en el camino del estrellato.