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Mito y realidad: Lakers encuentran en Zubac un diamante

LOS ÁNGELES – La noche del Draft de la NBA es un momento único, difícil de replicar y preparar pese a incontables horas de práctica.

Quizás la segunda selección de la primera ronda sea más fácil de anticipar – sobre todo si uno decide creer los reportes en los días previos – pero intentar calcular qué va a suceder más adelante, o en la segunda ronda, es una ciencia totalmente inexacta. El caos, de esta forma, se convierte en norma, y hay que estar preparado para todo.

Sin embargo, y pese a las críticas, pocos equipos se han desempeñado mejor en esos minutos brutales que van desde el final de la primera ronda hasta mediados de la segunda que los Lakers. Jordan Clarkson – con una selección que hubo que adquirir a cambio de dinero en efectivo en 2014 – y Larry Nance, Jr. el verano pasado ya eran fieles reflejos de la preparación y el buen ojo de la dirigencia angelina, y hace algunas semanas llegó la frutilla del postre: Ivica Zubac.

El croata es un jugador con buena experiencia europea pese a su corta edad – cumple 19 años en marzo próximo – pero con mucho camino por recorrer. Sin embargo, en el proceso de evaluación y de ordenarlos por mérito y talento, los Lakers lo tenían catalogado como el decimosexto mejor jugador del draft, según lo que contó el entrenador asistente Brian Shaw hace algunos días en el marco de la Liga de Verano en Las Vegas.

Tras elegir a Brandon Ingram en la primera ronda, los Lakers esperaron pacientemente, y con el correr de las selecciones el enigmático prospecto nacido en Bosnia seguía disponible. Finalmente, cuando llegó el No. 32 – ya en la segunda ronda – no hubo que pensarlo mucho.

“Cuando lo vimos jugar en Europa quedamos impresionados con sus habilidades individuales”, dijo Mitch Kupchak. “Realmente no tuvimos la chance de verlo jugar en partidos, solo en video, y en persona fue una prueba individual”.

El apuntado por Antonio Maceiras – el hombre fuerte de los Lakers en el Viejo Continente y una leyenda por aquellos rumbos – se convirtió en nuevo refuerzo, con la firme esperanza de desarrollarlo en una pieza más del andamiaje que conforman, entre otros, D’Angelo Russell, Julius Randle y los ya mencionados Nance, Jr., Ingram y Clarkson.

Lo que nadie esperaba fue el torbellino que causó su llegada al mundo Lakers.

“Ese chico Zubac definitivamente me impresionó”, dijo Anthony Brown tras el certamen en Las Vegas. “Todavía estoy tratando de descifrar cómo (cayó) a la segunda ronda. En dos o tres años no veo por qué no podría ser (otro) Marc Gasol. En serio, es talentoso”.

Las comparaciones son odiosas, pero ver a un jugador de 7’1 de estatura y 265 libras moverse de esa forma, fue un verdadero shock para propios y extraños.

“Sabe jugar”, reconoció Theo Robertson, flamante entrenador de desarrollo en el cuerpo técnico de Luke Walton. “Es difícil enseñar ese tamaño. Él establece buenas posiciones, tiene manos blandas, y puede hacer una variedad de cosas, ya sea salirse a la esquina corta para el tiro…creo que puede ser un buen lanzador de tiros libres, y tiene buen toque cerca del aro. Empezó a definir con más poder, y está entendiendo el nivel físico que se necesita para ser exitoso en esta liga. Estoy muy emocionado por él y creo que fue una gran semana de crecimiento”.

Llegando al desierto de Nevada ni siquiera el propio jugador sabía que esperar. Su condición física estaba en duda por la falta de prácticas – debido a un tema burocrático – y su adaptación al juego norteamericano también causaba cierta ansiedad.

“No sabía que iba a jugar así”, confesó el oriundo de Mostar. “Sabía que iba a mostrarle a todos lo que tengo, y probarles por qué me eligieron, pero no sabía que iba a jugar así”.

Sus 10.6 puntos, 7.2 rebotes y 2.6 tapas en cinco partidos son simplemente fantásticos, pero se quedan cortos a la hora de describir su nivel de juego sobre el parquet del Thomas & Mack Center. Zubac fue el jugador más parejo de los Lakers, y por lejos el mejor si se toma en cuenta su efecto en ambos lados de la cancha.

“El grandote jugó lo mejor que puede jugar”, resumió Russell. “Marcó en defensa y metió sus tiros en ofensiva”.

Ingram, quien sufrió un poco más para asentarse, también quedó maravillado.

“No sabía mucho de él”, avisó. “Lo vi practicar un par de veces nomás, pero aquí me encantó lo que vi y quedé impresionado. Realmente tiene la chance de ser un gran jugador”.

MEJOR QUE EL INTERNO EUROPEO COMÚN

“Sabía que era habilidoso”, contó Brown. “La mayoría de los internos europeos son hábiles, pero no sabía que era tan bueno defensivamente. Es bastante ágil, con sus tapas y todo. Defensivamente es mejor de lo que pensaba”.

Sus 13 rechazos – incluyendo seis en la despedida ante Utah – fueron una clara señal del efecto que el ex jugador del Mega Leks serbio tiene en defensa. Zubac brilla como última línea de defensa, pero también tiene suficientes instintos como para llegar del lado débil, o para ser igual de efectivo en el segundo o tercer salto.

Y en ofensiva, su repertorio es letal. Para empezar, observen su calidad para definir utilizando el tablero:

O con un ganchito de pirata tras recibir el contacto:

Zubac incluso ha sorprendido con su agilidad para acompañar los contragolpes de sus compañeros, y mostrarse como opción para definir de manera feroz como en esta ocasión:

“Aprendí mucho sobre los espacios”, explica el protagonista de esta historia. “En Europa todos defensivamente están en la pintura y es más difícil jugar. Aquí tienes tanto espacio que puedes jugar, si muestras lo que tienes”.

PERSONALIDAD CONTAGIOSA

Nueve días en Las Vegas le alcanzaron a Zubac para ir dejando su huella y hacerse conocido entre sus nuevos compañeros.

“Va saliendo de su caparazón”, contó Russell. “Ha venido desde muy lejos de su casa”.

Entre otras cosas, el croata reconoció bromeando haber “muerto un poquito” tras recibir una tremenda volcada de Jerami Grant de los Sixers, avisó que tiene rango en su tiro hasta la línea de triples, dejó en claro que prefiere los supermercados de su país en los que las opciones de cereales son limitadas, y declaró en más de una oportunidad – incluso en pleno partido a Nance, Jr. – que ama jugar en los Lakers.

“Al llegar, yo no estaba seguro si el idioma iba a ser una barrera”, recordó Robertson. “Nada de eso fue un problema, fue capaz de jugar de inmediato, se llevó bien con sus compañeros y entendió lo que tratamos de hacer”.

Zubac también se mostró contento de repatriar su viejo apodo – #Zublocka – aunque no se opone a pequeñas alteraciones del mismo.

Y pese a considerar brevemente un cambio de carrera…

…y descartar la medicina – contó equivocadamente que la muñeca de Nance, Jr. está “fracturada” tras el partido contra Utah – este adolescente croata se asentó, tuvo su mejor partido en el cierre de la Liga de Verano, y se ganó unas muy merecidas vacaciones de siete días en su país natal.

“Él realmente tuvo una sola práctica y las expectativas eran muy bajas”, contó Kupchak sobre la previa a la llegada a Las Vegas. “Pero nuevamente, es un jugador joven que necesitará tiempo para desarrollarse, pero creo que está más adelantado de lo que pensábamos”.

A la vuelta le espera un nuevo reto, pero nadie lo sabe mejor que él.

“Ahora tengo mucha confianza”, confesó. “Sé que puedo jugar. Esto fue Liga de Verano, no es nada todavía, pero estoy confiado de que puedo jugar contra estos jugadores”.